sábado, 5 de septiembre de 2015

Los conejos blancos - de Leonora Carrington


Con las opiniones de:
Amín Piñón

Este cuento corto de Leonora Carrington es algo diferente a los cuentos convencionales, ya que es un poco más sombrío. Comienza haciéndote pensar en que algo extraño está pasando, lo que hace que quieras continuar leyendo, pero luego te vas dando cuenta de que muchas cosas no andan bien. Termina de una manera tétrica.

David Gaxiola

Este cuento nos hace ver que no todos es lo que parece (o más bien nada es lo que parece) dentro de nuestra vida, en este caso del cuento en nuestro vecindario y todavía más específico con nuestros vecinos. Mudarte a Nueva York y tener una vida normal hasta que descubres que en realidad hay una casa que creías estaba deshabitada pero que en realidad contiene vida, no cualquier tipo de vida sino una muy peculiar. En el cuento nos enseñan como la carne podrida olía muy mal pero conforme lees y si analizas bien lo que en realidad huele más son los vecinos por tener lepra. La lepra es una enfermedad mortal que en realidad ya está erradicada y darte cuenta de que los vecinos de enfrente la contienen y además para no morir de hambre porque no salen de su casa para no infectar a los demás tienen una cría de conejos carnívoros que de vez en cuando se comen. Este cuento nos da mucho de que pensar que no sabemos nada de lo que ocurre a 5 metros de nuestra casa.

Jorge González

uno de los más interesantes, dio un giro bastante bueno, empezando con una mujer rara que invita a otra señora, la cual accede por curiosidad. La señora se lleva el susto de su vida cuando ve que los conejos son carnívoros y la esposa y el marido leproso, en ese momento me causo un poco de impresión a la vez que me dió risa ver como jugaron con esa pobre señora.

Donovan Marmolejo

La verdad no se que opinar de este cuento me pareció demasiado perturbador aunque en cierta parte es la forma de supervivencia de una especie, que se tienen que adaptar a lo que la vida y el ambiente les ofrece, podría decirse que cuenta dos historias al mismo tiempo, ambas de el intento de supervivencia, mientras una sufre de lepra los conejos sufren de hambre.

Vicente Sierra

Esta lectura es el tipo de cuento que le encanta a un servidor; macabras entre las cosas normales, como lo era la casa y el vecindario de la protagonista. Bien dice la gente, "la curiosidad mató al gato" y la pobre chica casi muere del susto ante la aterradora verdad que escondía la casa roja de enfrente. Un relato excelente entre lo macabro, aterrador, interesante e inesperado.

Sergio Ortiz

En lo personal este cuento me gusto mucho y me gusto mucho la forma de escritura de esta autora, además me sorprendió la forma en que esas 2 personas que tenían esta gravísima enfermedad la cual consta en que se te va cayendo la piel poco a poco, y te deja pensando que la carne podrido a que le sudaba la mujer a los conejos eran ellos mismos.

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